Noviembre empieza con camas vacías,
hace frío, o a lo mejor es que te has desnudado... El gato sigue hablándome, y sigo dormido.
Droga de diseño casi perfecta, oasis sin diseñar entre tus piernas... una noche en París, sin despegarnos de la cama... Chute de speed para mis pequeñas mariposas equizofrénicas. Eso, o que estoy enamorado de las emociones fuertes desde que el quinto día de septiembre te maché los labios con un americano perfecto inventado...
Sexo y tiempo del cigarro de después desaprovechado aprovechado por más sexo...
Cenicienta dejó las manzanas rojas para pasarse al éxtasis recordando un retro recuerdo del dulce veneno al que se enganchó en el pasado... Yo también olvido recordando aquel recuerdo en el que alguna fulana hizo de mi una puta, pero para entonces llegaste dictándome la balada de un suave saxofón, y ahora la humedad de las calles me persigue llorando mientras me burlo de ella sin ton ni son.
Son tiempos de perder la paciencia descontando minutos ignorantes con diez mil intentos de no hacer de ti algo ilegal como sería la violación pactada... interjecciones orgásmico-rockeras... Infinito edén o vivir bajo tu ombligo... sin dudarlo, me quedo con el primer botón de tus pitillos... Nocturno cabaret el nuestro... kebab y vodka llamando a la guerras históricas... No te engañaré, quiero romperte la boca con un beso...
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