domingo, 15 de junio de 2014

Para amar hay que correrse

Viviendo una vida muy Kafka,
O en un relato de Bukowski.

Flores quemadas
pero teniendo tus pestañas que más da.

Fotos en blanco y negro,
recuerdo en sepia lo que ahora es de colores,
tu piel de gallina y tus mil canciones.

Está desvestida
todo lo desvestida que puede.
Las pecas resulta que abrigan
y te recuerdan cada minuto,
que para amar hay que correrse.

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