basta de sandeces...

Desorden y pereza
me limitan...
bañándome en cerveza,
tragando estupideces...
escuchando un requiém
un canon o un gemido,
con lava en vez de cerebro...


aprendí entonces,
a aprender,
a entender a los gatos,
justo cuando me enamoré de una gata de pecas,
y entendí francés y chino
y dejé de vivir el presente y empecé a vivir cosas que no habían ocurrido...
dejé de contar minutos 
de escuchar saxos 
y dejé de no estar contigo...

pero basta ya de sandeces,
¿por qué correr y mojarse?, ¡si ni siquiera está lloviendo!
jóvenes poetas juegan a escribir más de lo que follan,
y acaban faltos de amor o de versos...

Larva enamorada.

Un frío calor me desnudaba,
un relámpago me dio alas.
Y crujía mi cráneo cuando te recordaba,
croaba mi boca por tus ancas.

Basta de amor en empantanados
todas las larvas nos enamoramos...

Los mareos y las nauseas
la garganta con sabor a ti
y a bragas húmedas.

escribirte, sin tema de escritura.

Treinta y cuatro veces me deprimo
me agobio con facilidad
soy libre de librería.
un desorden psicológico
bebo cafés verdes psicódelicos
ardiendo como cuando caigo de tu pecho estratosférico
dejé la vida cannábica
para soñar 500 noches contigo,
para escuchar Sabina de el fondo de tu ombligo,
y esnifármelos
todos tus problemas,
tenemos un amor dramático,
de vez en cuando romántico,
sin bucear con aquel tiburón
donde nuestra sangre descolorida
hace que muera como un periquito
al que nadie le pía
al que nadie le invita a ron,
siendo un pato encerrado,
en planes milimétricos,
cegado con un nirvana,
enamorado siendo pato
de una lora
en el que un canon o un requiém,
hagan de banda sonora.

burbuja de bourbon.

Noroeste en tu mejilla
tu párpado sangra por mordiscos venenosos,
sangra azul, verde medusa, rojo comunista, amarillo pétalo descolorido 
y letras desordenadas.
Nunca pensé 
poner final a nada.
Llevo escribiendo tres días y va siendo hora de dormir
y volver a ver su ombligo y volver a comérselo. 
Y tener un lazo rosa en la oreja que indique la dirección del suicidio,
donde se suicidará el puente.

(...De tus ojos;
chiribitas...)

No soy nada ,
nada nunca he sido
por qué y por qué no.
Soy una burbuja de Bourbon sin alcohol 
sin importancia ni relevancia
inexistente para un alcohólico.
No puedo con mi vida,
te toca llevar dos a tus espaldas,
lo compensan tus pechos
lo compensan todo.

Piel de gallina, 
pato mordiendo entre-piernas, 
rozando seda, 
lento como un caracol lento,
qué rápido se ha bebido la sed,
qué tarde ha despertado sin haber dormido.
Las fragancias de tabaco huelen a lluvia
y las personas que no fuman son desiertos.

...un seno equivocado lloro la muerte de mis papilas gustativas,
pronto gimió 
y quedó brillante...

el rollo vintage de tus pezones
el mismo tema de mis poemas.
Me hace falta droga y no tengo tinta en mis ojos,
la retina solo quema cuando dudas de si me he dado la vuelta en la despedida...
-y con la duda te quedas-
tengo ojos en el culo.
Tan bonita como un nugget,
Tan turística para mi, 
como Venecia.
Eres como un barco en un botella.
Yo rompo cristales.
Eres la más ácida de las cervezas.
Y la menos rubia de las rubias.
Rapto alienígenas.
Ya basta de ballenas llorando lágrimas oscuras
que llenan bañeras
-uñas en la espalda, no son espadas
pero torturan-

"óptima"

Tengo la resaca
de todo el alcohol
que 
voy a injerir en los próximos años.

Voy a triturar los garabatos,
que aún,
no he escrito.

Porque no hay nada mejor que
planear futuros inciertos
que nunca
-nunca-
se cumplirán.
Y parafraseando,
a Cortázar,
"esperar no es mala espera,
si se espera
en una sala" -acolchada-
Llegas siempre tarde, 
pero llegas.
Tardaste en llegar a mi vida,
y me quedé esperándote
-en las escaleras del metro-
Me diste amor en un desayuno sin croisant,
y yo te lo hice en una cena sin velas.
Faltaron los escarabajos mutantes,
que serpentean por retinas que recuerdan,
porque es mejor planear un futuro -incierto-
que un pasado que quema,
a igual que es mejor que te chupen un ojo,
a que te derritan las pupilas.