Tú te vienes conmigo,
a un lugar lejano,
allí donde no se vean tus pecas,
pues,
lo que me importa está entre tú y yo.
Corazón descorazonado tuvo una corazonada,
mirarás detrás de mis labios donde te tengo atada.
Te gritaré un susurro,
me susurrarás un grito.
Porque cuando deje de mirar tus ojos,
me dejarán de llamar drogadicto.
Porque no son más que droga,
droga que a la larga sale cara.
Vamos a la orilla de tus recuerdos,
que los borro a base de besos o de vasos,
de vasos de Vodka, de Tequierosla, o de amor barato.
La noche no empezará.
La Luna nunca saldrá,
a no ser que tus lágrimas se encaprichen de verla.
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