Me pregunto las veces que no he sabido ser, ahora bien soy contigo. Y por vivir contigo, me suicido por ti, pero muriendo, si es de ti, al infierno de cabeza.
Aunque a treinta y cinco grados, tengo falso frío de verano y aprovecho para resguardar en tu camisita de safari mis intranquilas manos...Cada beso con un inocente mordisco, es como un péndulo que tortura, ya que esos besos llevan al Nirvana, a los delirios toxicómanos y al idílico placer en cualquier zona deshabitada.
Lo recuerdos perturbadores ya casi se olvidan, o este catarsis que dé la vida o nostalgia falsa y fría... Estoy seguro de que el paraíso está en escribir a tinta en su espalda.
No me deje el micrófono abierto,
ni he soltado a las libélulas luminiscentes de mi estómago, pero me delato escribiendo epitafios hacia ti,
siempre se escribe hacia alguien, sino, no se escribiría, y yo me juego cada epígrafe por ella.
Ludópata, bibliófilo, esquizofrénico, soy lo inverso a lo que buscabas.
Inspiración poética o sobredosis de café , sea lo que sea, esta es mi última vida de gato enamorado, ya van diez, después de tantas caídas y vidas perdidas o soy inmortal o caigo de pie.
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